Convent

Este es el jardín de las monjas que me invitan todos los domingos a almorzar, después de la misa. Suelen ir los "retired priests" y... quien suscribe. La comida es fabulosa. Cocinan bárbaro, preparan la mesa con cariño y hacen todo con mucho orgullo (costumbre local, me parece). Yo generlamente voy un poco antes del almuerzo para leer el diario: vean la foto de la sala de lectura o TV, que da al precioso jardín. Es un momento de paz y tranquilidad. Durante el almuerzo nos divertimos mucho. Ellas no pueden creer los cuentos que les hago de mi vida. ¡Qué lindo que es la comunión! Gracias a la Iglesia, yo puedo compartir y gozar con consagradas de más de 70 años. Amazing.